Innovadoras por naturaleza y desde su origen, las empresas de tecnología financiera redefinieron la manera en la que los actores del ámbito bancario y bursátil se relacionan con sus clientes y les cumplieron a estos últimos el sueño de ser autogestores de sus compras y finanzas.

Maestras en el arte de acelerar la inclusión financiera y la usabilidad digital, las fintechs se convirtieron en las verdaderas protagonistas de un fenómeno que ha cambiado para siempre la manera en la que las personas gestionan su economía.

Se trata de una industria heterogénea que tiene el potencial de transformar las posibilidades financieras de los usuarios y lo ha capitalizado con éxito, sobre todo después de la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19 que incrementó el compromiso de la sociedad en su conjunto con los canales digitales y los sistemas de pago sin efectivo.

Con la mirada puesta 100% en el cliente y en la digitalización de sus procesos cotidianos, las empresas encontraron en las fintechs grandes aliadas para afrontar las nuevas demandas de innovación del mercado. 

Sin duda alguna, estas empresas emergentes son percibidas por las instituciones como supermercados 24/7 de soporte, soluciones e infraestructura tecnológica que no solo ofrecen un amplio catálogo de servicios financieros especializados sino que además, generan empleo, inversión, ingreso de divisas y aportan a un fin superior: la economía del conocimiento. 

Que los usuarios tomen el control de sus finanzas a través de sus teléfonos celulares deja en claro cuáles son las ventajas comparativas del universo fintech frente al sistema financiero tradicional. Pagar un servicio público con transferencia o escaneando un código QR, acceder a un crédito a través de una app, abrir una cuenta con una selfie y hasta invertir por primera vez con un touch en la pantalla, dan cuenta del salto tecnológico que el mundo dió gracias a la irrupción de las empresas de tecnología financiera y el cambio es irreversible.

¿Qué opina el mercado de las fintechs? Las palabras sobran cuando los números tienen tanto para decir. El último año fue de gran recaudación en términos de inversiones para el sector. A nivel mundial, en 2021, US$ 1 de cada US$ 5 de capital de riesgo se destinó a nuevas fintech, lo que significa que, en total el sector recibió US$ 131.000 millones en financiamiento. Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo, durante el 2021 se destinaron más de US$ 1.6 mil millones en inversiones para estas compañías en América Latina y el Caribe y los datos del 2022 son muy prometedores.

El secreto del reinado de las fintechs y el motivo por el que conquistan voluntades, parece estar en su resiliencia y ubicuidad. Se trata de empresas muy ágiles y enérgicas que sortean con mucha entereza y robustez los avatares de los contextos macroeconómicos y prevalecen porque salen al encuentro del cliente en donde sea que esté, sin burocracia.