Videos e imágenes subidos a las redes sociales, creación de contenido de los usuarios en la Web 2 y en la Web 3, tokens fungibles y no fungibles, terrenos virtuales comprados en el metaverso, ¿a quién le pertenecen?, ¿qué dicen los términos y condiciones de cada plataforma?, ¿cómo se acredita la propiedad en el marco de la Web 3?

Cuando hacemos el famoso clic en los Términos y Condiciones de cada plataforma, muchas veces estamos cediendo a los prestadores de servicios una cantidad importante de derechos sobre nuestros datos, metadatos, privacidad, creación de contenido[1], disposición, administración y custodia de bienes virtuales, entre otros.

En este artículo, nos centraremos específicamente en la creación de contenido y bienes virtuales que se encuentran en pleno proceso de evolución con el paso de la Web 2 a la Web 3. Recordamos que la Web 1 fue una primera versión de la red, donde las páginas webs eran el vínculo de interacción con el usuario, quien no tenía intervención en el contenido de las mismas y únicamente observaba la información que el creador de la web le presentaba.

La Web 2 se refiere a la versión de Internet que la mayoría de nosotros conocemos y que está dominada por compañías que prestan servicios a cambio de datos personales, centralizando el servicio y no permitiendo que los usuarios interfieran en las decisiones viscerales de cada plataforma. Las creaciones pertenecen a los usuarios y ellos, mediante la suscripción de términos y condiciones, ceden un permiso de uso a favor de los dueños de las plataformas[2].

El ejemplo claro de la Web 2 lo constituyen las redes sociales, por medio de las cuales los usuarios comenzaron a interactuar e intercambiar información, videos e imágenes a través de plataformas centralizadas (Facebook, Instagram, Tinder, etc.). Podemos decir que el cambio fundamental de la Web 1 a la Web 2 se ubica en el frontend.

La Web 3, en el contexto de Ethereum, se refiere a las aplicaciones descentralizadas que se ejecutan en la cadena de bloques (blockchain) para lograr un sistema distribuido y transparente que promete mayor privacidad y seguridad para los usuarios, permitiendo a cualquiera participar sin comercializar sus datos personales. Por otro lado, permite que los usuarios sean dueños efectivos de sus creaciones digitales, pudiendo, además monetizar las mismas.

Con el avance de la blockchain que dio lugar a los tokens, las criptomonedas y los NFTs (non fungible tokens)[3], la creación de bienes digitales y de terrenos virtuales, su permuta y  comercialización, se ha disparado a niveles impensados.

Asimismo, las plataformas que están montadas sobre una DAO (descentralized autonomous organization)[4], organización que está controlada por algoritmos o smart contracts, no están vinculadas a ninguna ley particular y permite que una compañía o una institución pueda funcionar sin una gestión jerárquica y que las decisiones las tomen los mismos usuarios, mediante votaciones o referendums[5]. Es más, muchas decisiones tienen que ver con el contenido creado por los usuarios.

Es decir, que el cambio fundamental entre la Web 2 y la Web 3 se encuentra en el backend.

Para entender la evolución de los NFTs resulta fundamental conocer las cifras claves[6]:

  • El número de compradores pasó de 75.000 en 2020 a 2.3 millones en 2021 y a 2.5 millones en 2022. Además de esto, el número de wallets de criptomonedas que comercializaron con NFTs pasó de 89.000 en el 2020, a más 2.5 millones en 2021.
  • Las ventas de los NFTs en el 2021 fueron de $24.9 billones de dólares.
  • Se estima que el valor del mercado de NFT actualmente cuesta más de 16 mil millones de dólares y que su valor siga aumentando.
  • Expectativas acerca del crecimiento del mercado de NFT: estas cifras las analizaremos con respecto al año 2022. En enero, el precio medio de un NFT alcanzó $6.900 USD, sin embargo, desde entonces, ha caído por debajo de los $2.000 USD. Por otro lado, en cuanto a las ventas diarias totales, el 31 enero del 2022, el NFT superó los 160 millones de dólares, mientras que el 3 de marzo ni siquiera alcanzó los 30 millones. Esta caída puede deberse al conflicto entre Ucrania y Rusia, así como a las tensiones geopolíticas en el mercado de la criptomoneda.
  • The Merge es considerada la venta de NFTs más costosa hasta el momento. Su precio fue de $91.8 millones de dólares.
  • Los países donde las tasas de propiedad de NFTs son más altas, según los datos publicados por Finder 2021, son Filipinas con un 32%, Tailandia con un 26,6% y Malasia con un 23,9%.

Por último, a pesar de que la compra de NFTs haya caído en los últimos meses, existe una fuerte correlación entre quienes saben qué son los NFTs y quienes los compran y venden. Así que cuantas más personas conozcan este nuevo mercado, más aumentará la venta y compra de NFTs.

El mercado especializado en NFTs más importante del mundo, OpenSea, registró el mayor volumen financiero el 1 de mayo de 2022. Ese día se registraron 543.781.619 dólares.

Como dijimos anteriormente, la Web 2 dio lugar a que los usuarios participen en la creación de contenidos que, inicialmente, pertenecían a las grandes empresas tecnológicas quienes los utilizaban para ganar dinero.

Posteriormente, las plataformas modificaron sus términos y condiciones, adaptándose a los cambios que reclamaban los usuarios. Actualmente, se aclara que los contenidos creados por los usuarios, pertenecen a los mismos, pero que, al suscribir el mencionado acuerdo, las personas otorgan a la empresa una serie de permisos de usos para usar los mismos.

Con la irrupción y evolución de la tecnología criptográfica en la que se basa la blockchain, las creaciones de los usuarios y los bienes digitales dejan de pertenecer a las grandes empresas tecnológicas. Los creadores pueden acreditar su propiedad. En consecuencia,  pueden ser almacenados y/o transferidos entre los mismos usuarios o empresas, subidos a las redes o subastados en sitios especiales -por ejemplo, en el marketplace Opensea se pueden subastar NFTs-.[7]

Los NFTs contarán con un “certificado de propiedad” que los tornarán únicos e irrepetibles en el mundo digital. En efecto, los NFTs[8], tendrán una cantidad enorme de funciones entre los que se destacan: contenedor de fotos, vídeos e imágenes, obras de arte originales, objetos virtuales coleccionables, momentos deportivos inolvidables, expedientes de todo tipo, certificados de propiedad, usos en el marco de los contratos inteligentes, certificados de inversiones en criptomonedas, entradas para eventos, pasaportes digitales, certificados y títulos profesionales, títulos de propiedad, entre otros. Desde el punto de vista del gaming, skins, armas, bienes comunes, especiales y legendarios ¡y muchos otros más!

En consecuencia, en el marco de la Web 3, el poder de creación, de propiedad y de monetización de las creaciones y bienes virtuales de los usuarios, quedan en sus manos, lo que constituye un hito en la historia de la tecnología y un paso más en su evolución.

Entonces, para tener conocimiento de cuáles son los derechos y obligaciones que tenemos como usuarios, tanto en plataformas que se destacan en la Web 2, como las que están en pleno auge en el ámbito de la Web 3, debemos tener en cuenta que dicen los términos y condiciones de cada una de ellas.

Esto resulta fundamental para el resguardo de los derechos de las personas como para el desarrollo de la tecnología, cuya comprensión promueve su adopción y crecimiento, beneficiando a un sinnúmero de personas.

Desde Siltium, somos conscientes de estos conceptos y cuidamos que el desarrollo de todos nuestros productos se realice con la responsabilidad y profesionalismo que corresponde. Las reglas claras y la transparencia constituyen principios fundamentales e innegociables de nuestra empresa.


[1] Contenido se refiere a cualquier trabajo de autoría, trabajos creativos, gráficos, imágenes, texturas, fotos, logotipos, videos, audios, textos y características interactivas, incluidos, entre otros, NFT.

[2] Ver, por ejemplo, la Cláusula 3.3.1 de los términos y condiciones de Facebook (hoy Meta): “Para proporcionar nuestros servicios, necesitamos que nos concedas determinados permisos: permiso para usar el contenido que creas y compartes: cierto contenido que compartes o subes, como fotos o vídeos, puede estar protegido por leyes de propiedad intelectual o industrial. Eres el titular de los derechos de propiedad intelectual e industrial (como derechos de autor o de marca) del contenido que creas y compartes en Facebook y en el resto de los productos de las empresas de Meta que usas. Ninguna disposición de las presentes condiciones te priva de los derechos que tienes sobre tu propio contenido. Por tanto, puedes compartir libremente tu contenido con quien quieras y donde desees. No obstante, para poder ofrecer nuestros servicios, debes concedernos algunos permisos legales (denominados “licencias”) a fin de usar dicho contenido. Emplearemos estas licencias únicamente para ofrecer y mejorar nuestros productos y servicios, tal y como se describe en el apartado 1 anterior”. Ver https://es-es.facebook.com/legal/terms (consultado en fecha 18/07/23).

[3] En español, token no fungible.

[4] En español, organización autónoma descentralizada.

[5] Ejemplo de una DAO lo constituye Decentraland, mundo de realidad virtual construido sobre la blockchain de Ethereum en donde los usuarios pueden crear y monetizar servicios y contenido. MANA es el token propio del ecosistema, con él se pueden comprar los diversos ítems dentro de la red, como las parcelas virtuales de este innovador mundo inmersivo. Ver https://decentraland.org/ (consultado el 19/07/23)

[6] https://hellosafe.com.mx/blog/nft-cifras-clave (consultado el 19/07/23)

[7] Ver más en: https://marketing4ecommerce.net/opensea-que-es-y-como-funciona-el-mayor-marketplace-de-coleccionables-digitales-de-internet/

[8] Ejemplo de tokens fungibles: las criptomonedas. Ejemplo de tokens no fungibles: una obra de arte digital con un certificado de autenticidad.